domingo, 26 de octubre de 2008

(((Una mañana en el puerto -2004)))

Acabo de llegar al puerto, tengo la nariz y las manos moradas de frío porque mi circulación jamás ha estado del todo bien y veo algunas arterias rosadas pálidas.

Me traje una pena de Julio, la traigo de Santiago y me estoy escapando. Sé que tengo que volver en algunas horas, pero también sé que tengo ventaja de estar un poco lejos de ese hoyo.
Pienso que debí haberle golpeado fuerte la nariz anoche, es más, debí habérsela quebrado. Porque reconozco la fuerza de mis nudillos y me arrepiento de no habérsela quebrado… de verdad.

No sé hasta cuando me tenga que arrancar de todo, no sé cuando será el día en que crezca y no me den ganas de desaparecer cobardemente. No quiero saber del mundo en mucho tiempo, quiero sentir frío de drogo como anestesia, quizá el frío sea la única cura temporal para una mocosa estúpida como yo. Porque lo que me pasa me pasa por tonta, por buscar cosas torcidas y mal habidas. Me pasa por beoda y fu-mona, me pasa porque estoy sola aspirando smog, me pasa por torpe y por no querer hacer lo que otros quieren que yo empiece o debería hacer. Por que me carga recibir ordenes y escuchar con tono de autoridad a aquellos que la autoridad se les quedó estancada en el culo y les provoca un chillido al hablar, debo decir que me carga la gente en general, me cargan los hombres y hay mujeres que me avergüenza pertenecer a su mismo género .

Me tiraría al mar ahora mismo, no para matarme ( porque a veces pienso que estoy realmente muerta) sino porque me gustaría alguna vez no sentir el cuerpo o para sentir en el cuerpo una piel de agua, una piel que ya no duela tanto.

Mmm.. creo que lo mejor de ser una pendeja solitaria, es que puedo hacer lo que se me venga en ganas y, como me vengo con un sueldo de 150 lucas solo para mí, es probable que coma bien y rico, me bajó el hambre y la pena también.

1 comentario:

alverlo dijo...

piel de aguaaa!!!
me encantó esa fraseee

un abrazo asquitoooo!