No es raro, es lo real, mi realidad por hoy.
Dejaste de gustarme, te pasaste a caca, te pasaste a feo con poder, ese niño feo que transforma todos sus miedos en agresividad, no en discusión, en pura ofensa, ridiculizar al otro constantemente para sentirse más, querer abarcar toda la vanidad en esa piscina egocripta, un patito feo que se sube al podio con máscara y cetro lunar , te pasaste de ridículo, te pasaste a patológico que se mira todo el tiempo el ombligo.
Yo soy violenta y quizá tampoco pueda sostener una discución, también soy patológica, pero al menos yo nunca me sentí tan fea como tú.
¿cuánto restas?
Dejaste de ser, de ser mi único amor.