miércoles, 21 de marzo de 2012

al huevo(n) se le olvidó que siempre fue (un) gallina

No es raro, es lo real, mi realidad por hoy.

Dejaste de gustarme, te pasaste a caca, te pasaste a feo con poder, ese niño feo que transforma todos sus miedos en agresividad, no en discusión, en pura ofensa, ridiculizar al otro constantemente para sentirse más, querer abarcar toda la vanidad en esa piscina egocripta, un patito feo que se sube al podio con máscara y cetro lunar , te pasaste de ridículo, te pasaste a patológico que se mira todo el tiempo el ombligo.

Yo soy violenta y quizá tampoco pueda sostener una discución, también soy patológica, pero al menos yo nunca me sentí tan fea como tú.

¿cuánto restas?

Dejaste de ser, de ser mi único amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El año pasado se me fue el amor por el único amor de la vida. Hay una especie de pedestal simbólico-ridículo que lo sustenta en una, en esa carencia de algo, en ese ver el antes bacán, y después te das cuenta que en realidad no era muy bacán que digamos, que las weás que te dijo eran para reafirmar su ego, no sé... se matan solos, no hay para qué hacer un esfuerzo en que el sentimiento se acabe.

Pero igual uno se empieza a sentir poderosa de la soledad.