sábado, 21 de noviembre de 2009

(((un desprecio)))

Estoy nerviosa, me palpita el corazón a mil por respiro entrecortado y me tirita el ojo derecho como si este luchara por salirse de donde está e irse lejos como esas saltarinas de goma.
Tengo atrapado el insípido porvenir entremedio de la clavicula y es que se me pega como un chicle bajo la mesa.

Se me cae el cabello, las uñas, los dientes. Se me cae la cara, los párpados, la boca. Se me cae la vida al piso y no me quiero despegar, no me quiero armar, no me quiero configurar, yo no quiero recordar, yo no quiero pensar, yo no quiero extender los brazos ni que me traigan de vuelta con muletas,yo no me quiero concentrar, yo no quiero llorar, yo no quiero ser fuerte, yo no quiero bordear esta arritmia que me persigue, yo no quiero hablar, no quiero encenderle velas a los muertos ni besarle los pies a los mártires, mucho menos quiero acariciar la figura de un santo. No me quiero morir, pero tampoco quiero vivir.

Yo quiero quedarme en un coma, en una cápsula futurista donde el sueño se detenga y cuando recobre las fuerzas y me vuelva otra vida poder pisar lo continuo al despertar.

Yo no me quiero pitiar, no quiero meter la cabeza al rallador, no me quiero volver tan loca.

Y es que si esto no deja de pasar me voy a desmayar, si esto no se cansa de pasar haré corto circuito, si esto no se quiere cortar lo voy a morder tan fuerte hasta desgarrarlo con los dientes tan bestialmente como sólo algunos hemos ( lamentablemente) aprendido hacerlo.

Yo no me quiero morir, pero tampoco ya quiero vivir.

No hay comentarios: