lunes, 18 de julio de 2011

ñaws

Hoy fui a comprar un montón de lanas a la distribuidora, me fui raja como caballo de carrera. Al llegar me dio un nervio porque a las distribuidoras de lanas van puras viejas zorras, secas pal tejido que piden todo por docena y hasta se llevan telares de los más grandes para hacer alfombras o ponchos, las ropas que se ponen son hechas por ellas mismas y siempre me encuentro con algún punto que no me sé; Lo bueno es que si preguntas siempre están dispuestas a enseñarte, lo malo es que son demasiado buenas para conversar y yo ahora ando sin tiempo.

Me costó salir de ahí, y es que mi imaginación camaleónica con cada color se pierde y demora volver. Al irme vi en la vitrina unos amigurumi de patito, un elefante rosado y un pulpo turquesa, les tomé hasta una foto.

Me fui por entremedio para acortar el camino y pasar por las veredas mendigando un poco de zol, porque salí con el pelo mojado y de pronto me atacaba el frío. Vi a tres gatos, más lindos, el primero que vi era un gooordo blanco con negro que más bien parecía una vaca y era harto conversador pero esquivo, yo le hablaba, el me respondía y cuando me acercaba se ponía quisquilloso y no me dejaba acariciarle . El segundo era rico, amarillo con blanco de orejas puntiagudas muy peludas, no tenía más de un año y tomaba un poco de zol en el ante jardín de su hogar. El ultimo que vi estaba en el balcón de un tercer piso, blanco entero que me remembró a Merlina, se veía pleno.

Es nice llegar y agarrarle la cola a la Rita antes de que se me enreden los dedos.

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