lunes, 8 de agosto de 2011

un momento para un recuerdo

Y es que bajamos a la cocina, mientras me ordeno un poco el día.
Me mira desconfiado desde su perspectiva de 4 ruedas y escuchamos a los maestros que están en el pasillo reconstruyendo la chueca estructura que nos dejó el terremoto, uno golpea enérgico el martillo, el otro pica que pica y un tercero canta: Tus besos son, como caramelos caramelos... y la goza , pareciera que el carrete estuvo bueno y que esa canción es lo que más trae latente para distraerse del laburo tan aburrido de día lunes, trae su ritornelo, quién aguanta.

Mientras lavo la loza lo miro de reojo, lo veo atento mirando la bolsa del pan, con la boca abierta y los ojos de sorpresa ... le conversa, le salen los agú y miro su lengua blanca de leche y me rio en silencio.

Se asustó, le doy sus vitaminas y se pega con las frutas, las mira y se rie, rie y llora, puta las peras.
Te gustaba más mirar el pan y lo devuelvo al punto de partida y se queda sin expresión, le pongo la canción de las olas gigantes que tanto disfrutamos bailar y se pone somnoliento, la bolsa lo hipnotiza,quiere y no, se resiste, ahí va. Lo logró.

Lo amo, con la vida.

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