sábado, 5 de noviembre de 2011

I only said

Desperté no queriendo tener que hacerlo, bajé a la cocina me preparé un café muy cargado con 3 de azúcar, me tosté un pan, le puse jamón, lo cerré y lo tosté por ambos lados. Cruje, cruje, cruje. Una delicia.
Desayuné, el café que me quedó lo terminé con un cigarro.
Desperté enojada, subí al baño, me cepillé los dientes con frenesí, me miré al espejo.
Entré a la pieza, agarré la tijera, me devolví al baño y pam, chao pelo.

Me voy un rato, camino más liviana, que buena terapia era cortarse el pelo - recordé, mientras capié zol bajo los árboles.
Me compro un vestido, los vestidos me anestesian, me compro otro vestido y unos pantalones verdes. Me compro un delineador para los ojos, hace tiempo no me los delineo así como la cleopatra, que bueno es delinearse los ojos.

Vuelvo, baño, lo baño, vestirse - el vestido corto, el pelo corto, los ojos dibujados, las zapatillas verdes nuevas, todo nuevo, me siento nueva - lo visto, lo alimento y nos alistamos. Salir.

En el metro miro mi reflejo, me siento bonita, en verdad soy muy linda, de las locas lindas pienso mientras desenrredo los audifonos, y le pongo play al Third.

El ringtone que tengo por estos días es el I only said del loveless, sonó muy fuerte.

Me bajo del metro y un loco corre detrás de mí, me agarra los hombros, me obliga girar, nos miramos, me dice:

- La verdad es que amo ese tema.

Sus manos de mis hombros bajan a los codos, se estacionan y vuelven a bajar hasta apretarme las manos.

Mis ojos se volvieron más grandes, apreté los labios, subí los hombros, me di la vuelta y seguí mi camino. I only said: nothing.

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