sábado, 10 de diciembre de 2011

eat me

Que por estos días no quiero cocinar ni mucho menos comer.
Y es que tengo de esa hambre, de esa hambre de ser comida hasta fatigarme y que la pequeña muerte ocurra cien veces.

Follaría una semana entera de corrido, de puras corridas, de puro terminar para volver a comenzar, de pura calentura, de puros fluidos, de puro perderse y encontrarse con otro cuerpo.



No, no quiero comer, no tengo hambre, enserio.

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