jueves, 12 de enero de 2012

boluda

En menos de 3 días rompí la tapa de un mantenquillero antiguo, que Italo me había dicho apenas llegó que tuviera cuidado porque era una herencia de su abuelo.
No es que lo haya agarrado y tirado impunemente con el odio al suelo, no. Pasó que estaba muy a la orilla del mueble de cocina y yo justo le puse la pasión al cortar la cascara del zapallo, es que es muy duro, y ahí si que hay que agarrar actitud. Cagó la tapa, cagó el mantequillero, cagó la herencia.

En menos de 3 días rompí la tapa de un matequillero antiguo y un pote de vidrio que puede cumplir varios usos como para servir el postre, los helados, las frutas, frutos secos, salsas,etc...
Era de la Dana, supe que había sido un obsequio de su tía cuando se fue/cuando se vino a vivir "sola" que no es sola, o sí, vivir " sola " con Italo, que tampoco es sola con él, osea, sola con él, pero con nosotros. Me enteré que había sido un regalo de su tía, y ahí me sentí el doble de mal por haber sido tan torpe, de haberlo dejado en el mueble pequeño, de olvidarlo, de sentarme en el mueble pequeño y con mi "pequeña humanidad" mandarlo contra el suelo.

En menos de 3 días rompí la tapa de un mantequillero antiguo y un pote de vidrio que no me pertenecían, que guardaban en su existencia un dejo de recuerdo y cariños para otros y que puta,
me siento mal, pienso en cómo alguien puede ser tan torpe de botarlo todo, de chocar con todo y no aprender nunca, que tonta, aunque mis disculpas son sinceras, me carga sentir culpa, me carga tener que tener la culpa y que la cruz me pese en la espalda, ¡merde!

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